Imagínate por un momento que eres dueño de una gran empresa y después de disfrutar años de crecimiento te enfrentas a una crisis de talla mundial que te ha dejado sin proveedores y clientes estrategicos para tu negocio. Como consecuencia tus inventarios se han agotado, generando una alta posibilidad que desaparezcan tus líneas de producción o que estas se puedan detener. A esto sumale; el encarecimiento de los costos de financiación del capital, alta inflación, elevados indices de desempleo y una elevada tensión geopolitica. Ante eso y tu gestión empresarial ¿Qué harías?
Algunos altos ejecutivos de empresas líderes han manifestado su compromiso de pasar de una gestión defensiva del riesgo a una postura prospectiva basada en la resiliencia estratégica. Las organizaciones resilientes desarrollan modelos comerciales que pueden adaptarse a cambios significativos en la demanda de los clientes, el panorama competitivo, los cambios tecnológicos y el terreno regulatorio.
El enfoque holístico para desarrollar la resiliencia hace avanzar a la organización desde un enfoque basado en el riesgo, los controles, la gobernanza a una visión estratégica a más largo plazo del entorno. En lugar de buscar puntos ciegos en la cobertura de riesgos dentro del modelo comercial actual, las organizaciones resilientes adoptan la visión holística, en la que la resiliencia se convierte en una ventaja competitiva en tiempos de disrupción.
La historia nos enseña que las condiciones de crecimiento futuro a menudo se crean a medida que las organizaciones responden a las vulnerabilidades que exponen las crisis. En tiempos de disrupción, la supervivencia y los medios para lograr la prosperidad futura dependen de la resiliencia estratégica, que significa de manera importante adaptabilidad y decisión.