Definitivamente la cultura ayuda a determinar el desempeño; por lo cual mantener una cultura corporativa solida es vital, un gran reto en esta era volátil con muchos colaboradores que siguen trabajando desde casa o bajo modelos híbridos con alternancia presencial en las sedes de las empresas. Para ello, los líderes deben asegurarse que empleados remotos sigan viviendo, respirando y experimentando la cultura de su empresa. 

Debemos comprender y enfatizar que la Cultura no es un programa, ni una iniciativa, sino un ritmo que impregna, inspira y une a una organización. La responsabilidad de los lideres de equipos en estos entornos es la de definir y reforzar el propósito y los valores de la organización y conectar estos con el propósito individual de cada persona, es nuestro deber y compromiso ser portadores y promotores de la cultura. 

Recordemos que la estrategia en una organización es la razón y la Cultura su corazón.