La mayoría de los altos directivos prestan mucha atención al lado estratégico del crecimiento. Enfocandose en el “qué” en los “dóndes”, “cuándo” y “cómo” y eso esta bien. Sin embargo, muchos subestiman la importancia de los factores organizacionales para hacer realidad una estrategia de crecimiento. Este descuido puede frustrar los planes de crecimiento de una empresa. Los procesos y estructuras organizacionales que no se adapten bien a los desafíos actuales pueden ceder ante la tensión de las nuevas demandas o hacer que sea imposible cumplirlas, afectando así la estrategia del crecimiento. 

Los desafíos organizacionales específicos que enfrentan las empresas a medida que crecen diferirán según sus estrategias de crecimiento. Las empresas que abordan sus debilidades organizacionales a medida que implementan estrategias de crecimiento obtienen una ventaja considerable ante aquellas que no lo hacen.